lunes, 27 de abril de 2009

Poder nórdico

Alexander Rybak, representante de Noruega y máximo favorito a ganar en todas las encuestas, votaciones y apuestas de pago previas al festival. La verdad es que hacía tiempo que una representación no era tan favorita a priori. Pero es que Fairytale ganó la preselección de Noruega con más de 700.000 votos, un récord histórico a nivel europeo.

Sí, muy fuerte. ¿Qué pienso yo? Pues que es un buen tema. Es original, es diferente, no tiene muchos clichés eurovisivos y encima Rybak tiene un carisma impresionante por lo que veo lógica tanta euforia. Ahora bien, creo que no hay para tanto. Este año hay mucha competencia y, para mí, Fairytale no es la mejor canción...

La veterana Malena Ernman va por Suecia con otra canción poco convencional. La voix hipnotiza. En francés y en inglés, mezcla la ópera tradicional con el sonido pop más actual y, personalmente, me encanta. Espero que uno de los mejores países en Eurovisión se recupere del bache en el que está metido desde hace 4 años...



La verdad es que Escandinavia es el paradigma de lo que yo denominaría país eurofan. El interés que tienen por Eurovisión es tremendo. En los últimos 15 años han ganado Noruega (1995, Nocturne), Suecia (1999, Take me to your heaven), Dinamarca (2000, Fly on the wings of love) y Finlandia (2006, Hard rock Hallellujah)... cuatro canciones totalmente diferentes y de estética peculiar que lograron triunfar.

Sin olvidarme, por supuesto, de Islandia, país eurovisivamente más joven y con menos fortuna que sus hermanos, pero...
(click en la imagen)

'La noche es para mí' vs. 'Afta pou kseris'


No, La noche es para mí no fue un tema compuesto para Soraya, representante de España en el próximo festival. Y es que los ritmos orientales de la canción descubren su verdadero origen... en efecto, Jason Gill, Dimitri Stassos e Irini Michas fabricaron este temazo pensando en Helena Paparizou, ganadora de Eurovisión 2005 con My number one.


Pero los productores de su nuevo álbum y ella misma rechazaron Afta pou kseris porque querían un estilo mucho más pop rock para Helena. Y no sé cómo la canción voló hacia España, fue adaptada por Felipe Pedroso e incluída en el más reciente disco de Soraya, Sin miedo, que nació en el pasado octubre.

Y el mes pasado, una vez Soraya había ya ganado el ansiado pasaporte a Moscú (y suerte de ello), se filtró la maqueta original de la canción (tampoco sé cómo), interpretada por la cantante griegosueca Sofia Berntson.

En fin, yo me quedo con Afta pou kseris...

Eurovisión... y la política

Eurovisión y política, política y Eurovisión... Vale, lo entiendo. Vecinisimos, inmigración, alianzas... y España siempre queda mal por culpa ajena. En fin, mi intención no es juzgar por lo que TVE se ha dejado representar, pero sí que es cierto que, si dejamos la música de lado, es objetivamente evidente que encontramos, sobretodo en los últimos tiempos (con la implantación del televoto), cantidad de ejemplos que muestran esas tendencias políticas que provocan que los países del Este dominen Eurovisión actualmente.


Este mapa corresponde a la clasificación final de 2007: los números de la leyenda corresponden a las posiciones finales alcazandas. Los 16 primeros clasificados son países geográficamente orientales, y todos ellos (salvo Grecia y Turquía) debutaron de 1993 en adelante, es decir, cuando Eurovisión llevaba ya casi 40 ediciones. Curioso... ¿Boycot? ¿Tongazo? No lo creo.

Es difícil de valorarlo. Es evidente que, como en cualquier competición subjetiva (¿hay algo más subjetivo que la música?), en Eurovisión se producen injusticias. Pero, por lo general, son los países del Este los que llevan las mejores canciones, los que intentan montar los mejores shows, los responsables de las actuaciones más memorables de año tras año... en definitiva, los que parece que tengan más interés en destacar.



Fijaros en Reino Unido, Francia e Irlanda (los tres últimos clasificados, todos países clásicos en Eurovisión) y comparad sus actuaciones con las de Serbia, Ucrania y Rusia (los países que encabezaron la clasificación). Más allá de la calidad musical, creo que el concepto que presentan de show difiere bastante... y Eurovisión es un espectáculo audiovisual.

Tampoco soy nadie para juzgar nada. Al fin y al cabo, la realidad más evidente es que (por ejemplo) España lleva seis años dándo 10 o 12 puntos a Rumanía, independientemente de lo que lleve. Sí, la inmigración es influyente. El vecinisimo también. Lo peor de todo es que los votos eurovisivos se han convertido en una rutina monótona y aburrida.

Suerte que la UER está intentando cambiar todo esto...

domingo, 26 de abril de 2009

Tiempo, mucho tiempo

La noción que tenemos del tiempo es lo que da sentido a nuestra vida. Todo lo que hacemos viene influenciado, siempre, por el tiempo, un tiempo supuestamente objetivo pero vulnerable a ser modificado según las experiencias de cada uno. A través del tiempo, nuestra vida va cambiando. Todo llega y todo pasa, me dijo un día un amigo... y razón que tenía.

Pero a lo largo de todas esas experiencias, hay ciertas cosas que te acompañan siempre, y que siempre están dispuestas a darte la mano. Por ejemplo, los hobbies. Eurovisión. No voy a intentar dar una lección a nadie sobre qué es y cómo hay que ver Eurovisión, pues creo que es mucho mejor disfrutar de las cosas uno mismo que intentar que los demás las disfruten por ti... Pero bueno, si me preguntasen: ¿qué es ser eurofan?, respondería que ser eurofan significa, ante todo, aprender a valorar la música. La música, en general. No importa el estilo, no importa el género, no importa la lengua... todo es música, y todo te hace sentir, de una manera u otra... Eurovisión es esto. Un espectáculo audiovisual, pintoresco y variopinto, dónde, una sola noche al año, las culturas musicales de muchos países diferentes (hasta opuestos en muchos aspectos) se unen para formar una única entidad.



Y en relación con el tiempo del que hablaba antes... precisamente Francia en 2002 habló del tiempo en una de las mejores actuaciones de la historia que, lamentablemente, sólo obtuvo el 5º puesto. Il faut du temps, es decir, Se necesita tiempo. Tiempo para crecer, para aprender, para sonreír... Un canto pacifista y una metáfora de lo que es el tiempo para el ser humano. En un estilo muy celinedionista, pero con emoción y personalidad, Sandrine François me llegó al corazón... que cada cual la disfrute a su manera.

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